Somos dados a posponer las buenas acciones y mejorar nuestra forma de vida para hacerla compatible con los mensajes del Evangelio. Somos perezosos, aunque no lo queramos reconocer. Hay que plantarse y decirnos a nosotros mismos que tenemos que actuar ya, que no vale el dejarlo para más adelante. El tiempo de las promesas y los buenos deseos tiene que ser superado por la hora de la acción.
La cruz es la señal que nos identifica a los cristianos. En ella, Cristo murió por nosotros. En ella hemos sido salvados. Por ella, muchos