El Papa Francisco presidió en Dublín, durante los días 25 y 26 de agosto, los últimos actos del Encuentro Mundial de las Familias. Varias han sido sus intervenciones, pidiendo perdón por los “abusos de poder, de conciencia y sexuales”, cometidos por sacerdotes y religiosos. Ha llamado a abuelos, padres e hijos a protagonizar una revolución del amor y ha pedido a todos los cristianos que nos “comprometamos a vivir plenamente nuestra vocación para ser el amor en el corazón de la Iglesia”.
El Santo Padre ha manifestado que “vivir en el amor, como Cristo nos ha amado (cf. Ef. 5,2), supone la imitación de su propio sacrificio; implica morir a nosotros mismos para renacer a un amor más grande y duradero. Solo ese amor puede salvar el mundo de la esclavitud del pecado, del egoísmo, de la codicia y de la indiferencia hacia las necesidades de los menos afortunados”.
En los siguientes enlaces se puede acceder a los principales discursos íntegros del Papa:
En la misa de clausura del Encuentro:
En la fiesta de las familias:
En el encuentro con los obispos:
En el Ángelus:
En la visita al Centro de acogida para familias sin hogar: