San Juan Eudes, presbítero, que durante muchos años se dedicó a la predicación en las parroquias y después fundó la Congregación de Jesús y María, para la formación de los sacerdotes en los seminarios, y otra de religiosas de Nuestra Señora de la Caridad, para fortalecer en la vida cristiana a las mujeres arrepentidas. Fomentó de una manera especial la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, hasta que, en Caen, de la región de Normandía, en Francia, descansó piadosamente en el Señor († 1680).
Otros santos del día:
• En el lugar denominado «Fabrateria Vetus», cerca de Ceccano, en el Lacio, región de Italia, san Magno, mártir.
• En la región de Tarragona, en Hispania, san Magín, mártir.
• En Gaza, en Palestina, san Timoteo, mártir, que en la persecución realizada por el emperador Diocleciano y el prefecto Urbano, después de sufrir victoriosamente muchos tormentos, fue quemado a fuego lento († hacia el año 350).
• En Cilicia, hoy en Turquía, san Andrés, tribuno, y sus compañeros soldados, que, según la tradición, habiendo logrado con la ayuda divina una victoria sobre los persas, se convirtieron a la fe de Cristo y, acusados de ser cristianos, en tiempo del emperador Maximiliano recibieron una muerte cruel en los desfiladeros del monte Tauro, a manos del ejército del prefecto Seleuco († s. IV).
• En Roma, en la vía Tiburtina, junto a san Lorenzo, sepultura de san Sixto III, papa, que restableció la concordia entre el Patriarcado de Antioquía y el de Alejandría, y en la Ciudad eterna erigió para el pueblo de Dios la basílica de Santa María, en el monte Esquilino († 440).
• En la localidad de Sisteron, en Francia, san Donato, presbítero, del que se dice que llevó vida de anacoreta durante largos años († s. VI).
• En el monasterio de Bobbio, en la Liguria, hoy en Emilia-Romaña, región de Italia, san Bertulfo, abad, sucesor de san Atalo en el gobierno del mismo cenobio († 639).
• En Nüremberg, en la Franconia, en Alemania, san Sebaldo, eremita († s.X/X).
• En Calabria, región de Italia, san Bartolomé de Simero, presbítero y abad, que, después de haber abrazado la vida eremítica, fundó un monasterio para los griegos († 1130).
• En el monasterio de Igny, en Francia, beato Guerrico, abad. Verdadero discípulo de san Bernardo, al no poder dar ejemplo en el trabajo a sus hermanos por la debilidad de su cuerpo, los fortalecía en la humildad y caridad con reiteradas exhortaciones espirituales († 1151/1157).
• En el monasterio de Cava, en la Campania, región de Italia, beato León II, abad († 1295).
• En Brignoles, en la Provenza, en Francia, muerte de san Luis, obispo. Sobrino del rey san Luis, prefirió la pobreza evangélica a las alabanzas y honores del mundo, y joven en años, pero maduro en virtud, fue elevado a la sede de Tolosa. Debido a su delicada salud, descansó piadosamente en el Señor († 1297).
• En Piacenza, en la Emilia-Romaña, región de Italia, beato Jordán de Pisa, presbítero de la Orden de Predicadores, que en lenguaje popular expuso al pueblo la más alta doctrina con la máxima sencillez († hacia el año 1311).
• En Acquapagana, en el Piceno, en Italia, beato Ángel, eremita de la Orden de los Camaldulenses († 1313).
• En Hagi, en Japón, beato Damián, catequista y mártir († 1605).
• En Nagasaki, en Japón, beatos mártires Luis Flores, presbítero de la Orden de Predicadores, Pedro de Zúñiga, presbítero de la Orden de los Eremitas de San Agustín, y trece compañeros, marineros japoneses, que, llevados a puerto y detenidos al punto, sufrieron juntos un mismo martirio, entre variadas torturas, por la fe cristiana († 1622).
• En Dorcester, en Inglaterra, beato Hugo Green, presbítero y mártir, que, ordenado en Duoai, ejerció el ministerio en su patria durante treinta años, hasta que, reinando Carlos I, mereció ser asociado a la pasión de Cristo, destrozado cruelmente († 1642).
• En Monteagudo, en Navarra, en España, tránsito de san Ezequiel Moreno Díaz, obispo de Pasto, en Colombia, de la Orden de los Recoletos de San Agustín, que trabajó y, por anunciar el Evangelio, dio su vida tanto en las Islas Filipinas como en América del Sur († 1906).
• En la localidad llamada Llosa de Ranes, en Valencia, también en España, beato Francisco Ibáñez Ibáñez, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la fe, acabó su vida unido a Cristo hasta la muerte († 1936).
• En la ciudad de Gandía, en la misma región de España, beato Tomás Sitjar Fortiá, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que, en la misma persecución, derramó su sangre por Cristo († 1936).
• En el lugar llamado El Saler, también en la región valenciana, beatas Elvira de la Natividad de Nuestra Señora Torrentallé Paraire y sus compañeras, vírgenes del Instituto de las Hermanas Carmelitas de la Caridad y mártires, que, en la prueba de la fe por Cristo, su Esposo, obtuvieron el fruto eterno († 1936).
(Del Martirologio Romano)