Claro que la verdad a veces duele, como cuando nos la aplicamos a nosotros mismos y no coincide con nuestra manera de actuar. Decirla a otros es muy sencillo, pero interiorizarla en nosotros mismos es más difícil. Pero resulta imprescindible si realmente queremos ser consecuentes con lo que decimos creer. Antes de decirle a otros la verdad, tenemos que mirarnos en el espejo para reconocernos cómo somos realmente nosotros.
![Quien huye de la oración huye de todo lo bueno – San Juan de la Cruz Quien huye de la oración huye de todo lo bueno – San Juan de la Cruz](https://c1.staticflickr.com/5/4845/39696482023_55671fdb33_b.jpg)
Vivimos en una sociedad agitada por los ruidos externos a la persona, las envidias, cuando no el odio, de unos hacia otros, el materialismo destructor