Tengo mucho más de lo que necesito para vivir. Busco tener más, creyendo que cuanto más posea seré más dichoso. Me engaño a mí mismo porque la felicidad no está en tener mucho sino en saber compartir lo que se tiene con aquellos que tienen menos. Cuanto más me aferre a las cosas materiales, menos alegría tendré en mi corazón y mi alma estará hueca y será incapaz de vivir en la auténtica paz.
Son los hechos de cada día, más bien de cada instante, los que demostrarán por nosotros si somos cristianos de verdad. Porque no es suficiente