La tradición cristiana nos dice que santa Eulalia fue una niña que vivió en las afueras de la ciudad de Barcelona, en lo que hoy es Sarriá, a finales del siglo III. El emperador Diocleciado desencadenó la mayor persecución contra los cristianos. Eulalia, que tenía entonces unos 13 años, bajó a la ciudad a hablar con el gobernador Publio Daciano. Le recriminó las injusticias que estaba perpetrando. Él, al oírla, la ordenó que se retractara y que renunciara a la fe cristiana. Ella se negó y fue condenada a 13 martirios, uno por cada año. Fue encarcelada desnuda en una prisión oscura y, luego, azotada. A partir de aquí sus castigos fueron más severos y fuertes. Le abrieron sus carnes con garfios, la pusieron en pie sobre un brasero ardiendo, le quemaron los pechos, fregaron sus heridas con piedra tosca y le arrojaron aceite hirviendo y plomo fundido, la pusieron dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos punzantes y la lanzaron por una bajada hasta 13 veces. Al comprobar que seguía viva, la introdujeron en un corral con pulgas, la pasearon desnuda por las calles de la ciudad y, por último, la crucificaron en una cruz en forma de aspa (Cruz de San Andrés).
Otros santos del día:
• En Cartago, en la actual Túnez, conmemoración de los santos mártires de Abitinia, que, durante la persecución bajo el emperador Diocleciano, por haberse reunido para celebrar la eucaristía dominical en contra de lo establecido por la autoridad, fueron apresados por los magistrados de la colonia y los soldados de guardia. Conducidos a Cartago e interrogados por el procónsul Anulino, a pesar de los tormentos confesaron su fe cristiana y la imposibilidad de renunciar a la celebración del sacrificio del Señor, derramando su sangre en lugares y momentos distintos († 304).
• Conmemoración de san Melecio, obispo de Antioquía, hoy en Turquí, que, por defender la fe de Nicea, fue exiliado varias veces y falleció mientras presidía el primer Concilio Ecuménico de Constantinopla. San Gregorio de Nisa y san Juan Crisóstomo exaltaron su figura († 381).
• En el monasterio de San Cornelio de Indam, en Germania, actualmente en Alemania, tránsito de san Benito, abad de Aniano, que propagó la Regla benedictina, confeccionó un Consuetudinario para uso de monjes y trabajó con empeño en la instauración de la liturgia romana († 821).
• En Constantinopla (Estambul, hoy en Turquía), san Antonio, apellidado Cauleas, obispo, que en tiempo del emperador León VI trabajó denodadamente para asegurar la paz y la unidad en la Iglesia († 901).
• En el monasterio de July, en la región de Troyes, en Francia, beata Humbelina, priora, la cual, convertida por su hermano san Bernardo de una vida mundana, con el consentimiento de su marido abrazó la vida monástica († 1136).
• En el lugar de Northeim, en Alsacia, junto al río Ill, actualmente en territorio de Alemania, san Ludano, oriundo de Escocia, que descansó en el Señor mientras peregrinaba al sepulcro de los santos apóstoles († 1202).
• En Londres, en Inglaterra, beatos mártires Tomás Hemmeford, Jacobo Fenn, Juan Nutter, Juan Munden y Jorge Haydock, presbíteros, que, por fidelidad a la Iglesia romana y ante la pretensión de la reina Isabel I de atribuirse el primado en lo espiritual, fueron condenados a muerte, y descuartizados mientras aún respiraban († 1584).
(Del Martirologio Romano)