Santa Luisa de Marillac, nacida en París en 1591, de niña tuvo una buena educación por parte de su padre y de los monjes a los que les fue confiada su formación, tras morir su madre cuando era muy pequeña. Quiso ser capuchina, pero su confesor la disuadió de ello por su endeble salud. Se casó, pero su marido murió pronto. Entonces hizo la promesa de no volver a casarse para dedicarse por entero a Dios. Conoció a san Vicente de Paúl, y, pese a su endeble salud, se sumó al proyecto que éste puso en marcha y se dedicó a él por entero, para servir a los pobres y a los enfermos, el instituto de las Hermanas de la Caridad. Murió en 1660 y fue canonizada por Pío XI el año 1934.
Otros santos del día:
• En Pario, en el Helesponto, en la actual Turquía, san Menigno, batanero, el cual, según la tradición, padeció bajo el emperador Decio († hacia el año 250).
• En la ciudad de Coria, en la provincia hispánica de Lusitania, hoy provincia de Cáceres, santa Vicenta, virgen y mártir († 424).
• En Roma, san Zacarías, papa, que con suma vigilancia y prudencia gobernó la Iglesia de Dios, frenando el ímpetu de los lombardos, indicando el recto orden a los francos, proveyendo de iglesias a los germanos y procurando el entendimiento con los griegos († 752).
• En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Leocricia, virgen y mártir, que, nacida de familia musulmana, ocultamente abrazó la fe de Cristo y, detenida en casa junto con san Eulogio, cuatro días después del martirio de éste pasó a la gloria eterna al ser degollada († 859).
• Cerca de Burgos, en la región de Castilla, en España, san Sisebuto, abad de Cardeña († 1086).
• En York, en Inglaterra, beato Guillermo Hart, presbítero y mártir, el cual, ordenado en el Colegio Romano de los Ingleses, en tiempo de la reina Isabel I fue ahorcado y descuartizado por haber persuadido a algunos a abrazar la fe católica († 1583).
• En Viena, en Austria, san Clemente María Hofbauer, presbítero de la Congregación del Santísimo Redentor, que trabajó admirablemente por la propagación de la fe y por la reforma de la disciplina eclesiástica. Preclaro tanto por su ingenio como por sus virtudes, impulsó a no pocos varones prestigiosos en las ciencias y en las artes a entrar en la Iglesia († 1820).
• En Madrid, España, beato Pío Conde Conde, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, que durante la persecución religiosa fue fusilado por odio a su sacerdocio († 1936).
• En Przemysl, ciudad de Polonia, beato Juan Adalberto Balicki, presbítero, que se dedicó con ardor al ejercicio de su ministerio en favor del pueblo de Dios, demostrando una especial disposición para predicar el Evangelio y asistir a las jóvenes descarriadas († 1948).
• En la ciudad de Viedma, en la República Argentina, beato Artémides Zatti, religioso de la Sociedad de San Francisco de Sales, que se distinguió por su celo misionero y, estableciéndose en la Patagonia, pasó toda su vida en un hospital de esa región, ayudando con fortaleza de ánimo, paciencia y humildad a los necesitados († 1951).
(Del Martirologio Romano)