Si tenemos paz dentro de nosotros mismos y obramos rectamente, la alegría se nos notará porque no lo podremos disimular. Por muchos sinsabores que encontremos al obrar el bien, por mucho dolor que nos cause hacer buenas obras y comportarnos como cristianos, no sentiremos tristeza, sino todo lo contrario. Porque una buena conciencia tiene la fuerza suficiente para llenarnos de gozo.
Cristo, estás clavado en la cruz. Eres inocente, sí, pero aceptas entregar tu vida por cada uno de nosotros. Este madero que hoy está físicamente