Normal es que, en ocasiones, nos sintamos desanimados para seguir bregando en la tarea diaria de ser mejores servidores de Dios y de los hermanos; mas no podemos perder nunca la esperanza en que, con la ayuda de quien todo lo puede, conseguiremos sortear esos baches para continuar por el camino correcto y llegar a la meta soñada.
A veces confundimos el amor con otras muchas cosas que los hombres hemos inventado para justificar nuestros egoísmos personales. Quien ama de verdad tiene que