El Espíritu del Señor nos ayuda siempre. Por eso, es bueno que acudamos a pedirle fuerzas para que nos ayude a ser más consecuentes con nuestra fe, viviendo el Evangelio como nos ha enseñado Cristo, haciéndolo de forma valiente. En esta solemnidad, El nos inundará de sus dones y podremos sentirnos fortalecidos para salir al mundo y dar testimonio de lo que somos.
Para los cristianos, lo realmente importante es alcanzar la salvación que Jesús nos ha prometido. Por lo tanto, lo que importa es esforzarnos, día tras