Cada instante, no solo cada día, hemos de vivirlo como si fuera lo último que se nos concede. Del pasado, solamente podemos pedir perdón por lo que pudimos hacer y no hicimos o por los errores que cometimos con nuestras meteduras de pata. El mañana no existe, por lo tanto, prescindamos de él y limitémonos a vivir cristianamente cada segundo, conscientes de que en cada tic tac nos jugamos nuestro futuro.
![La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione](https://live.staticflickr.com/65535/48383646507_009feb9157_o.png)
Entregarnos del todo. Sin reservarnos nada para nosotros mismos. Entregarnos por completo a Dios y a los hermanos. Esto es lo que se nos pide